El jabón de miel y glicerina es excelente para desinfectar y limpiar a profundidad nuestro rostro. Humecta y relaja brindando frescura y suavidad, además de ayudar a reafirmar y reparar los daños en la piel causados por el paso del tiempo, el sol y el medio ambiente. La miel es antiséptica, anti-microbial y antibacterial por lo que es ideal lavar el rostro con este jabón ya que previene la aparición y elimina los granitos ya existentes. Ideal para pieles secas y normales.
